Buenos días D. Carlos

Estoy preocupado. Mucho. Con cualquiera que hable y que tenga dos dedos de frente est‎á preocupado por la situación por la que atraviesa nuestra nación. Muy preocupado.

Son momentos delicados y nuestros representantes que mañana empiezan una de las legislaturas más complicadas de la historia siguen jugando a conjugar la P, con la S, con la E, con la P, con la C, con la O...

Miren, aquí las únicas letras que cabe conjugar son la E, con la S, con la P, con la A, con la Ñ y con la A. Sí, España. Eso es España.

Y si las miras no les llegan más allá de las letras de su ombligo, háganse a un lado y dejen paso a otros, que sin complejos busquen lo mejor para nuestra nación.

¿No le parece, D. Carlos?