jueves, 25 de septiembre de 2014

Banderas y Piratas

El jueves operé un Sevilla después de comer y por mantener los tiempos de descanso tuve que hacer noche a la orilla del Guadalquivir. No dudé en avisar a un garganta profunda que me provee de vez en cuando de materiales y enfoques para algunos de mis escritos. Es informático. Un poco friqui, como la mayoría de informáticos, pero un tipo estupendo. Crítico, ambicioso, con un constante espíritu de mejora y muchas ganas de cambiar el mundo.

Me propuso quedar en el Patio de Banderas anexo al Alcázar, desde el que se contempla una de las más bonitas vistas de la Giralda. Era la última hora de la tarde y el sol pintaba de un precioso anaranjado los azulejos del campanario de la Catedral de Santa María de la Sede. Curiosamente, el lábaro de El Giraldillo enfocaba hacia el Noreste, como apuntando a Navarra.

- ¿Te has enterado de lo que ha pasado en el Parlamento? - me dijo serio.

- Lo siento. No he tenido mucho tiempo. He escuchado a primera hora lo del resultado de Escocia y luego he enlazado mis cuatro saltos diarios hasta encontrarme contigo. No he tenido tiempo de mirar las noticias.

- Pues resulta que hace tiempo el Gobierno de Navarra decidió no pagar a los ayuntamientos que incumplieran la Ley Foral de Símbolos, que obliga, a que en todos los edificios públicos ondee la enseña nacional, la de la Comunidad Autónoma y la del Municipio; sin permitir el uso de cualquier otra bandera.

- Hablar de banderas en el Patio de Banderas. Está bien esto. Pero en el fondo, a lo que obliga la Ley Foral es lo mismo a lo que obliga la ley nacional.

- Así es. Pero se ve que los ayuntamientos de Navarra se deben saltar la ley a la torera y había 5,2 asfaltados del Circuito de los Arcos... ¡¡digo, 5,2 millones de euros!! retenidos por incumplimientos.

- ¡Aquí no cumplimos la ley más que los pringaos!

- Pues van UPN, PSN y PPN... si, si, oyes bien: UPN, PSN y PPN, y  aprovechando que la gente estaba despistada con lo de Escocia, deciden modificar la Ley. Y exigir sólo la presencia de las banderas en las Casas Consistoriales. En Museos, Bibliotecas, Casas de Cultura, piscinas municipales, campos de deporte y otros edificios públicos ya no es necesario.

- Osea que en las piscinas municipales de Cortes se puede no-poner la bandera, pero en las de Mallén, estará la bandera. No, si al final nos tendremos que ir a Tarazona...

La bandera es uno de los principales símbolos de una nación, de una comunidad, de una provincia y de un municipio (también de una empresa, de un partido político, de una universidad...). Por tanto, nos guste o no, la enseña merece el mejor de los tratamientos. Por supuesto que puedo entender que haya quien sienta profundo desprecio por alguna bandera. Pero la obligación de cumplir la ley no lleva implícito, y por tanto no impone, el deber de estima o veneración. La ley no contempla el sentimiento a la hora de cumplir con lo legislado.

- ¡Joder! Cualquier día valdrá con que algún funcionario tenga colgado en su corcho una postal de la Puerta de Alcalá que le mandó su hijo en el viaje de estudios.

- Fíjate que en el fondo es todo por una cuestión de dinero. Estos son mis principios, pero si hay dinero de por medio, pues los cambio. ¡Joder!, pues banderas y dinero ya sabes lo que es: Piratas

- Pues ya podían invitar "al Sabina ese que canta" a tocar este tema subido a la tribuna de oradores del Parlamento ¿no?. El mejor ambiente y el mejor lugar.



jueves, 18 de septiembre de 2014

Una de escoceses

Era el verano de 2003. Ayer lo miré en mi cuaderno de viaje. Viernes 1 de agosto. Ese día conocí a Irene, la mítica azafata de la base de Pamplona en tiempos del Imperio. Ella acababa de incorporarse a la compañía. Era su primer vuelo. Se bautizó con un Madrid - Edimburgo a las 15.55. En un CRJ200. La llegada de la crisis se llevó por delante la ruta.  

El referéndum de hoy me trajo todo esto a la cabeza y le llame. Estaba en Madrid. Dejó Emirates en verano y ahora ha empezado una nueva aventura profesional. Seguro que le va bien. Estuvimos charlando un rato. Y nos acordamos de Escocia. De las veces que la programación nos obligaba a dormir en Edimburgo y disfrutábamos de sus gentes y de su famosa scottish hospitality en el suntuoso The Caledonian, que por aquel entonces nos ofrecía la compañía como alojamiento en nuestras escalas. Recordamos nuestros paseos, con el resto de la tripulación, por las tiendas de George Street y las noches bebiendo whisky en alguna de las tabernas del West End, pegados a la ventana para disfrutar de la imponente e iluminada silueta del Castillo.

Seguramente, mañana al despertar, escucharemos que Escocia seguirá siendo parte del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Pero los nacionalistas, una vez más, habrán roto una sociedad. El nacionalismo es perverso. Una paranoia ideológica creada en los despachos del siglo XIX totalmente alejada de la realidad, que aprovecha el caldo de cultivo ilustrado de la revolución francesa para mezclar el idealismo de Kant y Fichte, con el romanticismo de Herder y el voluntarismo de Renan. Y todo ello trufado, como en el anillo de hierro de Hannah Arendt, con los sentimientos, para reforzar su eficacia.

Y hoy, basta asomarse a las redes, todos los nacionalistas de aquí son Braveheart, tocan la gaita (cuando el único instrumento autóctono de Escocia es el arpa), decoran sus personajes con pendones escoceses (inventados en el XIX por sir Walter Scott para su Ivanhoe) y dormirán esta noche con falditas plisadas de cuadros (creadas por un cuáquero de Lancaster), no vaya a ser que la mañana nos depare una sorpresa y haya que salir a la calle a festejar algo. ¡Qué más da que todo sea mentira!

Y si no hay nada que festejar, porque parece que la razón imperará en aquella tierra, ya tendrán un nuevo sentimiento para alimentarse: el victimismo. El resentimiento, sin el que el nacionalismo no podría vivir. Decía Max Weber que el resentimiento es una intoxicación espiritual que se recrea en el daño ficticio causado por un enemigo, que también es ficticio: Espanyansroba, Madrid nos desfuera, queremos votar, el euskera perseguido, la Guardia Civil invasora... Necesitan ese victimismo para reforzarse.

Imagino las letras de cierto editorial de mañana o pasado mañana, escrito a la orilla de un río, que nos hablará de una "victoria moral", que es lo mismo que una gran derrota. Pero ya saben: hay que seguir alimentando el fuego, y como no ganamos, nos picamos, y en cinco años volvemos a pedir votar, y si tampoco ganamos, pues en diez más, y si no, en quince, y si no... Ya dicen los buenos escoceses: "cuando bebo un whisky me siento otro hombre, y ese otro hombre necesita otro whisky". Así que será cuestión de más whisky para que haya más escoceses nacionalistas.

Yo, con su permiso, voy a servirme un Talisker18, que compré en su destilería de Carbost, en una excursión con Irene. Escucharé la música de aquí abajo y seguro que pronto estaré navegando por los profundos ojos negros de mi musa pacense.

martes, 9 de septiembre de 2014

Siete vidas tiene un... etarra

Era Noviembre de 2008 cuando a Josu Ternera no se le daba más de un año de vida por el cáncer de estómago que venía padeciendo desde hacía un tiempo y que -según decían- le había apartado de la dirección de la banda asesina. Las fuerzas de seguridad lo situaron recibiendo tratamiento en una clínica ubicada en el triángulo que forman las fronteras de Francia, Alemania y Suiza.

El inductor de la matanza de la Casa Cuartel de Zaragoza (en la que fueron asesinadas 11 personas -cinco de ellas niños-) fue visto por última vez en Venezuela la pasada primavera, de compras por un centro comercial y su aspecto no era ni el de un zombi (según los médicos debería llevar muerto 4 años) ni el de un moribundo.

Era Septiembre de 2012 cuando a Bolinaga no se le daba más de seis meses de vida por el cáncer de riñón con metástasis que venía padeciendo desde hacía un tiempo y que -según nos juró y perjuró Jorge Fernández Díaz- hacía necesaria su puesta en libertad. De lo contrarío él cometería un delito (y supongo que un pecado) de prevaricación.

El asesino de dos personas e inhumano secuestrador de Ortega Lara sigue paseando su palmito por los bares de Mondragón tomando vinos con los amigos, por más que la Sociedad Española de Cuidados Paliativos exija que sólo se consideren terminales las enfermedades incurables con pronóstico de vida inferior a los 6 meses.

Ambos asesinos podrían haberse dignado a pedir perdón a sus víctimas y a la sociedad entera por el daño causado. Pero no. Posiblemente porque en su fuero interno no creen haber hecho nada malo. Es más, seguro que a sí mismos se consideran héroes de la causa vasca. Y es el que nacionalismo antepone la nación por encima de la persona. Y por supuesto por encima de Dios. No importa acabar con la vida de alguien, si el objetivo es liberar la nación.

Supongo que muchos meapilas nacionalistas se estremecerán cuando lean en la pasión de Cristo aquellas palabras de Caifás: "conviene que muera un hombre para que se salve el pueblo" (Jn 11,50)

Y es que no. No conviene matar ni destruir nada por la nación. No. En nombre de nada ni de nadie. Por eso Ternera y Bolinaga deberían pedir perdón. y si no, deberían volver a la cárcel. Y el culpable de que no vuelvan, no lo olvidemos, es el ministro del Interior. Si, Jorge, si. Tú. Tú.

Y ahora vas, y dimites. 

martes, 2 de septiembre de 2014

La Reina de las Bardenas

Este próximo domingo, 7 de septiembre, se celebrará la tradicional Romería a la Virgen del Yugo de los municipios de Arguedas, Cadreita y Valtierra. Esta ermita es lugar de referencia para todos los habitantes de la Ribera, desde que hace siglos la Virgen se apareció a un labrador cojo, a los pies de un árbol en el que había un yugo. El labrador no sólo tuvo la suerte de la celestial visión sino que además curó de su cojera.

En el lugar de la aparición se levantó una primitiva ermita, sobre la que a partir del siglo XVII se edificó el templo que conocemos hoy. En su interior podremos venerar la simpática figura de la Virgen con el Niño, del siglo XIV, sin duda, lo más valioso del conjunto.

Originariamente la fiesta de la Virgen del Yugo era el 25 de Marzo, fiesta de la anunciación del Señor. Como solía coincidir con la Semana Santa, decidió trasladarse al Lunes de Pascua. La fecha del 12 de septiembre (festividad del Dulce Nombre de María) también ocupó durante unos años los corazones de los riberos. Sin embargo a partir del 3 de Septiembre de 1989, en la conmemoración del noveno centenario de la aparición, se decretó que su fiesta principal se celebraría cada año el primer domingo de septiembre.

Seguro que tras la romería y la celebración religiosa no faltarán ni las jotas, ni el beso a la Virgen, ni la buena comida de hermandad.

Hace años que el nacionalismo trata de penetrarlo todo. De hacerse con todo. Incluso con los pueblos de la Ribera (no en vano, hay una ikastola -pagada por todos- en Fontellas). Pero la vida del alma, de las buenas almas, se resiste a aceptar la idolatría de las ideas nacionalistas, y el pueblo sabio no acepta el gato por liebre que algunos proponen.

El domingo estaremos en la puerta de las Bardenas para honrar a su Virgen. Para pedirle, quizá porque ahora lo necesitemos más que nunca, por nosotros, por ustedes, vecinos, y por Navarra.

¡Reina de las Bardenas! ¡Rogad por nosotros!
¡Virgen del Yugo! ¡Rogad por Navarra!