Cuando en 2006… ¡¡en 2006!! unos pocos empezamos a decir
que la CAN llevaba mal camino, nadie nos quiso escuchar. No solo eso, algunos
fuimos volteados e incluso alguno empitonado. El Parlamento, en aquellos
momentos se llamó andana. Se quiso llamar andana. Quizá cegados por el brillo
del Emperador y de su escudero financiero, quizá bien comidos y bebidos con las
sucias dietas, quizá bien tratados en viajes VIP… nos trataron de tarados, de
guerrilla, o de enemigos de Navarra.
Hoy, 9 años después… ¡¡9 años después!! al Parlamento le
preocupa la CAN. Cuando la CAN ya no está. Cuando la pérdida de poder económico
para Navarra es brutal e irreparable.
Ahora, al final de la legislatura, los que perdieron su tren del cambio
con la vergonzosa Comisión Goicoechea quieren subirse al tren de la CAN. A ver
si consiguen arañar algún voto más.
Justo ahora. A cuatro meses de las elecciones. Cuando lo
que Navarra necesita es tranquilidad para empezar a salir de la crisis y para
poder analizar, ponderar y debatir los programas electorales que se van a ir
presentando, van a poner en marcha el ventilador de los helicópteros en
Versalles, de las tarjetas opacas, de las reuniones con guruses, de los vuelos
chárter… Y nada de eso es importante. Una caja no desaparece por las tarjetas
black. No. Eso es el chocolate del loro. Una caja desaparece por créditos mal concedidos.
Pero para analizar eso hay que ser experto financiero. Experto. Y no creo que
en Navas de Tolosa haya muchos de esos.
¿O quizá quieren aprovechar el circo que se monte para
meternos de rondón el enésimo ataque a la educación concertada? ¿O para mejorar
sus cesantías? ¿O…?.
Tarde, mal y a destiempo.