lunes, 12 de enero de 2015

#YorezoporLucía

Acaban de pasar las navidades y aún andamos con el corazón tierno. Es época propicia para ello. Todos nos hemos vuelto, aunque sólo sea por unas horas, más solidarios, más pendientes de los demás.

Hace casi un año, encontramos en la red el hastag #yorezoporLucía. Una pequeña pamplonica con un tumor cerebral que lucha por seguir aferrada a la vida. Si uno sigue la cuenta se encuentra tuits de este tipo: “Siempre con Lucía #yorezoporlucía”, “la Misa de hoy del Colegio la hemos ofrecido por Lucía. Animo peque #yorezoporlucía”, “Mis horas de estudio de matemáticas van dedicadas a ti. ¡Sigue luchando así! #yorezoporlucía”.  A veces, también  se informa del estado de Lucía con tuits como éste: “Después de cuatro horas en quirófano, pasamos a la UVI. Lucía es fuerte. ¿Un avemaría? #Yorezoporlucía”. Todos llenos de esperanza, fuerza, ternura, fe y alegría.

Los seguidores de la cuenta no son ni los grandes gurús de internet, ni el famoseo tuitero habitual, ni propietarios de blogs influyentes, aunque algunos famosos han apoyado la iniciativa. La mayoría de los seguidores son padres anónimos, chavales jóvenes, adolescentes, familias… que no tienen nada que vender, ni grandes contenidos por compartir, que no han oído hablar de marketing online, ni de reputación en la red, ni de SEM, SEO y mandangas similares. Ni falta que les hace.

Pero cada cierto tiempo escriben en la cuenta que se van a esforzar por trabajar mejor, que van a rezar mejor un avemaría con su hijo, que van a ser más responsables con sus cosas… Y eso lo hacen para ofrecérselo a Lucía, y a sus padres, sabiendo que el sacrificio y la oración son útiles.

Ésta es la verdadera Navidad, la que tiene que durarnos todo el año: ponerse a los pies de Jesús que acaba de nacer, para ofrecerle lo que somos y ser mejores desde la luz de Belén. Pero nos ha dado por pervertirla, ocultarla, despojarla de toda referencia religiosa, comercializarlo todo, dotar a la Navidad de un aire meloso y repulsivo en el fondo, y así nos va.

Mi Navidad ha sido Lucía, y su familia. Su cama ha sido nuestro portal, y el ofrecimiento de nuestro trabajo y nuestra oración, de todo este año que acaba de empezar, nuestro regalo. Porque ponerse a los pies de quien sufre es ponerse a los pies de Jesús que acaba de nacer.

Os queremos. Gracias por hacer mejor a tanta gente desde un hospital.

#YorezoporLucía

Lo pueden escuchar en COPE Navarra aquí

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