¿Se imaginan que
el resultado de las elecciones de dentro de una semana fuera un empate de
verdad? Sí, sí un empate técnico. Que no hubiera manera humana de formar
gobierno. Que a un lado estuvieran 25, y al otro lado, otros 25. Y que nos
viéramos abocados a repetir las elecciones. Como parece que van camino de hacer
los andaluces.
¿Se imaginan?
¡Pues no pasaría
nada! Ese “severo síncope institucional” que parecen vendernos los políticos,
no sería para tanto. Les aseguro que los navarros no nos veríamos como
huerfanitos desamparados. No. Y gracias a Dios, que no. La normalidad sería
absoluta. Los médicos seguirían operando en los hospitales, los profesores
dando clase en los colegios, los aviones volando, los forales multando, los
jueces impartiendo justicia, los funcionarios cobrando puntualmente su nómina…
etc, etc.
La actividad de
la monstruosa, de la agigantada administración foral seguiría su marcha igual.
Sería tan eficaz o tan inútil como hasta ahora. Pero nada más. El gobierno
seguiría en funciones, como parece llevar en demasiadas áreas demasiados meses.
Lo único que no podrían hacer sería hacer nuevos nombramientos y aprobar nuevos
gastos. Y quizá, hasta eso no sea tan malo, sino bueno.
Bélgica estuvo
500 días sin gobierno entre 2010 y 2011 y no pasó nada, absolutamente nada. O
todo lo contrario: disminuyó el déficit, creció el PIB, incluso menguó el
desempleo…
Así, que señores
políticos… protagonismos los justos ¿eh?. Los justos. Navarra la sacamos
adelante este señor que me escucha, aquel otro, este que me pone la voz y yo
mismo. Y si ustedes se metieran mucho menos en nuestras vidas, nosotros, mucho
más felices y contentos…
…Aunque empaten de por vida.
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