“Querido Vecino
Aunque hubiera deseado que nunca se hubieran tenido que
escribir esas páginas, nunca podré dejar de agradecerte el regalo que me
hiciste. Jamás dos libros habían generado en mí emociones tan intensas. Durante
los pocos días que me ha costado leerlos, pese al abultado número de páginas
que ofrecen, he vuelto a revivir, muchas veces entre lágrimas, aquellos duros
días.
He vuelto a recordar los cambios radicales que tuvimos que
pasar en nuestras vidas. Cómo se frustraron planes, proyectos e ilusiones. Cómo
algunos tuvieron que abandonar una tierra que a veces nos era hostil pero en la
que deseaban integrarse y en la que lo único que hacíamos era cumplir con
nuestro abnegado deber.
He recordado con los ojos arrasados en lágrimas a tantas
viudas jóvenes, más jóvenes que yo en aquella época, con hijos de muy corta
edad, que tuvieron que recomenzar una nueva vida en sus regiones de origen, no
exenta de dificultades económicas y con problemas psicológicos que hoy en día
aún no han logrado superar.
He releído las declaraciones de algunos políticos de la
época. Algunos condenando los hechos, otros condenando de forma menos
contundente de lo deseable y otros, impresentables, que siempre se salían por
la tangente sin valor ni vergüenza de nombrar nunca a la organización causante
de tantísimo daño a una sociedad entera. Pero me he relamido de orgullo leyendo
las declaraciones actuales de los familiares de las víctimas en las que no se
vislumbra ni un ápice de odio, ni de rencor ni de venganza, aunque aquellos
pistoleros les volvieran la vida boca abajo.
¡Gracias Vecino! ”
¿Se imaginan que por el hecho de leer un libro llegaran a
sentir algo así? Pues pueden sentirlo. Y mejor, hacerlo sentir. Hace unos años
el Gobierno de Navarra encargó a un grupo de periodistas, con Javier Marrodán a
la cabeza, elaborar un relato fidedigno de lo que ocurrió en Navarra con
respecto al terrorismo.
Un libro que todos deberíamos leer. Aunque sólo fuera en
homenaje a todos aquellos que ya no lo podrán hacer al haberse convertido en
protagonistas del libro por culpa de la sinrazón nacionalista. Si con él evitamos que vuelvan a repetirse
sucesos tan tristes y lamentables como los que ahí se relatan, habrá merecido
la pena este trabajo.
Si no saben qué regalar el próximo jueves en el día del
Libro, ya tienen una idea: Relatos de Plomo.
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